martes, 11 de mayo de 2010

Misiones de una en una, gracias...


A este señor con bigote, también se le vienen muchos problemas encima...






Hay veces que tienes que hacer más cosas de las que puedes hacer. Y ahí está la clave. Son más cosas de las que puedes hacer y, por tanto, hay que hacer las que se puedan, priorizar e ir aislándolas para enfrentarte a ellas una a una. De nada sirve agobiarse con temas de trabajo si tienes temas de familia pendientes. El trabajo tendrá que esperar o la familia tendrá que esperar, pero para hacer dos cosas mal a la vez, es mejor postponer lo que sea posible. En cualquier caso, el día solo tiene 24 horas y si haces las cosas agotada, las sueles hacer mal.

Lo primero, es planetarse a cuántas cosas te enfrentas luego determinar muy bien cuál es la más urgente en un momento dado y, por último, atacar ese problema individualmente. Los peores problemas son los que tienen una fecha límite de solución... Pero, si no hay una fecha límite clara, pues con calma.

Una cosa después de otra y no todas a la vez.

1 comentario:

Rosita dijo...

Efectivamente... ¡cuán difícil es llegar a esa conclusión y, sobre todo, ponerla en práctica! Eso sí, cuando lo consigues, la paz interior que alcanzas no tiene precio.

Yo estoy en la fase de "no puedes hacer 10 cosas en media hora"... y menos con una niña colgando del brazo :)

Besitos de las dos!

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