No sé por qué, pero no me lo creo...
El otro día, en el coche, escuché atónita un debate en la radio en el cual se ponía en duda la actuación de Zapatero cuando Berlusconi soltó una de sus frasecitas lapidarias "sonno macho, machissimo"reg. Le echaban en cara que no se alzara como aladid de las mujeres y le dijera: "Usted es un impresentable". Haberlo hecho, hubiera sido un grave error de diplomacia. Y como mujer, he de decir que me importa tres pimientos lo que diga un personaje como Berlusconi. Él es un problema de los italianos, no nuestro.
El tema me hizo reflexionar sobre la diplomacia en general... La verdad es que, a veces, es mejor callarse lo que uno piensa. Porque sí, todos tenemos una opinión sobre la gente que nos rodea, las situaciones en las que nos vemos implicados y, como buenos españoles, nos encanta soltarla a los cuatro vientos y opinar sobre todo sentando cátedra.
Yo no sé si por el aikido o por hacerme mayor, cada vez aprendo más a guardarme lo que pienso hasta que es el momento adecuado para decirlo. De hecho, la convivencia con los demás se puede hacer mucho más llevadera si te guardas la opinión hasta que, al menos, puedas expresarla sin liarla parda, como nuestra socorrista favorita. Sin olvidar que todo tiene un límite y se puede hacer saber nuestro desagrado ante algo, guardando las formas.
En el colegio me enseñaron una gran verdad que intento aplicar desde hace años: primero escuchar, luego preguntar y, por último, opinar. No al revés, que es lo que solemos hacer todos.
Y de regalo, otra buena enseñanza: procurar no hablar de fútbol, política ni religión con desconocidos... Hay gente que lo lleva muy mal.
4 comentarios:
Me ha encantado el recorte...
Y sí, más vale callar para soltar en el mejor momento!
Un saludo
Por propia experiencia, diré, que la conversación futbolística acerca a otras culturas más de lo que creemos. Y es que dicho tema de debate no está mal visto en países con ligas menores. Aunque el señor Zapatero, siendo aficionado del Barça, ha elegido el mejor momento para hacer visitas a las culturas de países con ligas importantes.
En lo de la diplomacia estoy completamente de acuerdo contigo. Imagina una visita a Gordon Brown pidiendo que te invite a cerveza con la visa del parlamento... o las ganas que tenia Evo Morales de hablar con Camps para que hiciera una aportación simbólica y desinteresada a su armario de tajes que ya no use. Sería difícil aguantar la broma en circunstancias normales, pero la diplomacia es cosa de gente seria.
Uno de mis grandes momentos de gloria fue cuando conté ese chiste en la puerta de la fundición de Arcelor en Gijón...a la gente le hizo gracia
Saludetes!!!
Oye, pues la diplomacia a veces es más dura de lo que parece... Mirad a Bush disfrazado de Harry Potter.
http://punditkitchen.com/2009/08/26/political-pictures-bush-putin-hogwarts-tryouts/
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