martes, 24 de noviembre de 2009

Calambur en la rodilla

Entre el clavel blanco y la rosa roja, la Hippeis escoja...




Bien acierta quien sospecha que siempre yerra.

Dijo la rana al mosquito desde una tinaja: más quiero morir en el vino que vivir en el agua...

El amigo ha de ser como la sangre, que acude luego a la herida sin esperar que le llamen.

El que quiere de esta vida todas las cosas a su gusto, tendrá muchos disgustos.

El rico come, el pobre se alimenta.

Lo mucho se vuelve poco con desear otro poco más.

Menos mal hacen los delincuentes que un mal juez.

No se debe mostrar la verdad desnuda, sino en camisa.

Todos los que parecen estúpidos, lo son y, además también lo son la mitad de los que no lo parecen.

Vive sólo para ti si pudieres, pues sólo para ti si mueres, mueres.

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