jueves, 19 de noviembre de 2009

¿Cuánta ropa puede caber en una mochila?




Historia de una maleta rota y una mochila muy pequeña...


La foto del evento era demasiado fuerte para los hoygan...


Yo siempre digo que tengo un superpoder. Siempre me pongo la ropa del revés. En mi las leyes de la probabilidad no se cumplen: al fin y al cabo, si coges una camiseta cualquiera y no miras como te la estás poniendo, en principio, tendría que haber un cincuenta por ciento de probabilidades de acertar. Yo nunca me la pongo del derecho. O bien me pongo lo de la parte de alante atrás o dada la vuelta o ambas. Lo peor, es que no me doy cuenta de que lo he hecho y me paseó por la calle con la etiqueta Talla M surgiendo por el lateral...

En fin, este inciso es para introducir la historia de mi amiga Inma que tiene otro superpoder. El de conseguir abrir una dimensión paralela y que le entre una cantidad de ropa que los demás ni podemos soñar en la maleta. Más de una vez me he tenido que sentar yo, sudando, encima del equipaje para poder cerrarlo en un viaje de vuelta (sí, siempre abulta más que a la ida).

Esta superheroína del espacio-tiempo-ropa llegó a visitarme en mi lecho del dolor con una maleta de esas que caben en los vuelos de Ryan Air sin facturar y consiguió meter todo eso en una mochila. Pero no una mochila de esas grandes, si no una mochilita de las de llevar los libros.

En realidad, como yo estaba trabajando, lo debió hacer a modo de ejercicio, porque tras haberlo logrado, decidió que mejor se llevaba su maleta medio rota (supongo que por miedo a un reventón mochiliario).

En fin. ¡Salve señora de las maletas! ¡Que parte de tu poder se me pegue y me quepan las botas y se cierre la cremallera cuando llegue la hora de partir!

1 comentario:

Loulou dijo...

Jaja, qué pena la foto. Por lo pronto te traspasaré el superpoder del maquillaje.

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