lunes, 26 de octubre de 2009

Bèlem - Lisboa

De marcha aikidoka por Portugal
Ejemplo de la famosa hospitalidad portuguesa, donde los camareros son más "amables" si cabe que en Madrid...


Este fin de semana estuve en un curso de aikido en Portugal. El hotel estaba cerca del puente ese que cruza el Tajo (El puente 25 de Abril, nombre revolucionario a la par que incomprensible para el resto de la humanidad) en una especie de zona que se llama Bèlem.

Debajo del puente, en lo que en su día debieron ser almacenes, se ha instaurado una zona de marcha. Varias de estos antiguos almacenes se han reconvertido en discotecas y restaurantes. Las discotecas se caracterizan, como en España, por tener a unos gorilas (gourilas) a las puertas y querer cobrarte entrada para que luego puedas pagar sus copas. La música es igual de mala que en cualquier equivalente de esta clase de locales de España (lo que refuerza mi teoría de que en realidad Portugal no es más que una provincia rebelde) y las copas son igual de caras y de garrafón (garrafoun). El paisaje estaba poblado de cachitas calvos y en general, no me gustó demasiado.

En fin, que a pesar de la buena compañía (la de mis hermanos y hermanas de armas), acabé yéndome al hotel de buena gana (por no hablar de la paliza que llevaba tras haber salido el día anterior de fiesta y haberme metido 600 Km de viaje y tres horas de aikido entre pecho y espalda ese mismo día).

Del curso ya hablaré más adelante.

Total, habrá que explorar Portugal con los de la bicicleta que tienen más movilidad...

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