viernes, 23 de octubre de 2009

Ping-Pong


Este deporte se podría englobar en deportes urbanos para vagos


Merece la pena solo si se te pone esta cara.





A no ser que te piques mucho, tampoco es que te muevas demasiado. Eso sí hay riesgo de comerse esquinas y pasas mucho tiempo recogiendo pelotitas por el suelo.



Lo peor del ping-pong es encontrar donde jugarlo. O lo tienen en la sala de juegos de tu oficina (porque trabajas en Google o eres controlador aéreo), o tienes un chalete o un amplio garaje donde colocar la mesa, o la cosa puede resultar complicada.



En cualquier caso, han colocado en algunos parques mesas de ping-pong en las que la red es un cacho de hierro. Yo he jugado en las que hay en el parque Rodríguez Sahagún. Y hasta hay dos que no están inclinadas del todo (la otra es para ping-pong inclinado de Pisa). Para darle alegría al asunto, uno se puede jugarse unas cervezas, si ese que juega bien.

2 comentarios:

Du Hast dijo...

No olvides que se puede jugar al frotpong, véase foret gump, pero claro eso para hacerlo en el parque es mucho más complicado.

Recuerdo cuando veía en las pelis las canchas de baloncesto yankis con su tablero y red metálicos. Aquí no hemos implantado esa iniciativa, pero la hemos transformado en mesas de ping pong irrompibles.

Por cierto, yo me he topado con verdaderos profesionales del deporte, sacando las raquetas de una funda y 'to.

Una reflexión a parte: ¿por que no se utiliza el material adherido a las caras de la raqueta para otras funciones? creo que tiene mucha más salida en otros ámbitos más habituales. Habría que pensar en cuales, pero el material es sumamente interesante.

Hippeis dijo...

En caso de apretón: raqueta de ping-pong...

LOL

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