martes, 7 de julio de 2009

Orgullo gayer




El sábado pasado fue el Día del Orgullo Gay. La verdad es que el evento en sí me parece un poco raro, pero entiendo que es una forma de celebrar el hecho de que en España se pueda ser homosexual, salir en una cabalgata y que no te apedreen. Aunque, francamente, el lado reivindicativo queda bastante solapado por el lado bacanal... Montones de tíos semidesnudos marcando paquete. Y, oye, está muy bien, ya los romanos tenían esas cosas de hacer bacanales travestidos y algo siempre queda.
Pero, centrándonos en el lado marcha... No vayáis, ir a cualquier otro lado de Madrid menos Chueca, es completamente imposible moverse, es como si fuera una discoteca a las 3:30 pero al aire libre. Te pasas la mitad del tiempo en una marea humana para ir de un lado al otro. Pisas orina, vómito, cadáveres putrefactos... Bueno, igual solo cristales, latas... En fin, es la lucha por la vida, lo cual, bien visto, no está mal desde el punto de vista espartano y además se convierte en una marcha de esas con las que te salen cuadraditos. Ríete tú de las Termópilas.
Conclusión, si quieres disfrutar del Día del Orgullo Gay, lo suyo es ir a ver la cabalgata desde una calle ancha (Alcalá, Gran Vía se queda pequeña) y luego hacer una retirada táctica, irte de copas a otro lado y volver a las ocho de la mañana cuando ya estén todos medio muertos y se pueda pasar.
Consejo dado.

1 comentario:

Piticli dijo...

Amén, hermana, comulgo totalmente :)

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