martes, 21 de julio de 2009

Televisión 1 - Ritmo vital



La televisión... ¿Cuántas horas habré perdido delante de ese chisme? Cuando era joven y oía a alguien decir que no veía la tele o incluso que no tenía tele, me parecía que no podía ser. Y heme aquí, ahora a penas veo la televisión quince minutos al día a la hora de comer en mi empresa y, no solo he sobrevivido, sino que soy más feliz.
Un día cualquiera en la vida de una persona cualquiera: se levanta por la mañana, va a trabajar, hace recados-encargos-cosas de la casa y por la tarde se pone a ver lo que echen en la tele con el cerebro al ralentí. La cosa empieza a ser grave cuando alguien te dice: "me voy a ir a casa que echan los Hombres de Paco o Operación Triunfo o Granjero busca esposa". Las semanas empiezan a medirse en cuestión de programas: el lunes echan esto, el martes lo otro, el miércoles lo de más allá. A las nueve el Wyoming o lo que toque... Y algunos programas no están mal y son divertidos. No todo es telebasura. Pero el ritmo vital no puede venir dado por lo que eche la caja tonta.
Hoy en día, con las posibilidades que da Internet, se pueden ver las series de calidad en streaming e incluso programas enteros en youtube... ¿No es más lógico que lo que veamos se adapte a nosotros en vez de nosotros a lo que echan en la tele? De verdad, se puede vivir tranquilamente sin ver la televisión e incluso yo diría que uno es más feliz.

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