jueves, 20 de agosto de 2009

Inma y el violinista


Y de pronto llega el típico músico que pasa pidiendo por los vagones del metro. Un ser que siempre he considerado como algo agresivo, que no me deja leer y se empecina en tocar canciones de lo más deprimente, por si ir en metro no fuera deprimente de por sí...

Con ojos desencajados y una mirada extraña, veo cómo se sienta a mi lado... Y empieza a tocar Es la historia de un amor como no hay otro igual... (claro, no va a tocar algo alegre, el plan de Espe para mantener a la población deprimida se vendría abajo). Me está dejando sorda con el violín, la gente del vagón me mira...

<<Usemos la técnica de denfensa de la iguana, si me hago la muerta, igual se va>>.

Y entonces Inma se pone a cantar. Así: sin estar bebida ni nada.

<<Pero no le des ánimos, joroba, que luego le tendremos que dar unas monedas y ni siquiera está tocando algo que me gusteee>>.

Yo no quiero que se me ponga un señor ruso al lado en el metro a tocarme el violín mal barnizado. Yo solo quiero ir en metro. Si quisiera que me tocaran el violín, me iría al Auditorio Nacional... Ahora toca Alinkakalinkakalinkakayá...

<<Al menos, esta es animada, además no se puede cantar, je, je, je... ¡Señor rusooooo!, no me toque más el violín, de verdad que le pago si no lo toca más... >>

Todo el mundo nos mira... A mí me gustaba ser transparente e independiente del entorno, pasar desapercibida, vivir y dejar vivir... Encima, tengo que darle mis últimos cincuenta céntimos al señor ruso... Pobre hombre, mira todo arrobado a Inma, porque Inma le quiere ver... Yo solo quiero ir en metro de cháchara, como si estuviera en el salón de mi casa, donde no hay rusos (normalmente).

Pero así es Inma: habla con desconocidos que tocan la guitarra por la calle, canta cuando le sale de la nariz (con esa voz igual yo también me animaba), va sin miedo por el mundo (con alguna que cicatriz que otra), no duerme, no le da vergüenza decirle a un compañero que la invite a cenar y, en general, creo que ha hecho de su vida arte... A veces, a su lado una se siente cual Salieri ante Mozart...

<<¡Qué viaje más emocionante en metro!>>

http://loulourevisited.blogspot.com/2009/08/aurora-y-el-violinista.html

3 comentarios:

piticli dijo...

Yo quiero hacerme una estampita de Inma, a ver si así de vez en cuando me todo depende de las ganas que tengas de vivir :)

piticli dijo...

de vez en cuando me todo... > de vez en cuando me **doy cuenta de que** todo......


(si ejke no me sé explicar bien!!)

Loulou dijo...

Niñas que me sonrojooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo

Publicar un comentario