lunes, 31 de agosto de 2009

La batalla del Ikea II




Bien, tenemos a dos guerreros con un papel de plasticucho con varios números prácticamente ilegibles escritos en él, en la planta 1 dispuestos a bajar a la planta baja y cazar los tan preciados muebles que han tardado lo menos dos horas en elegir.

La planta de abajo es chuminada-world... Todo tipo de cosas de colores, muñecos, complementos de cocina y la archiconocida trampa de los taper: doce taper 10 €. Claro que el guerrero avezado se dara cuenta de que, al menos cinco de ellos, son demasiado pequeños para guardar nada que no sean tres aceitunas... Además, en cualquier oficina acabarán siendo robados por otro propietario de tapers Ikea que haya caído en la misma trampa. La zona de niños es también algo peligroso puesto que: ¿quién no ha querido tener una caja en forma de cofre pirata? Claro, que en cualquier casa, un cofre pirata queda un poco raro, pero... Nada, nada... Nuestros guerreros, no se dejan engatusar por cantos de sirena, ni de piratas, ni de ensaladeras o cortinas. Con paso firme se dirigen a la zona de caza y captura.

Lo primero es hacerse con un carro, pero, ojo: en la zona de carros se crea una corriente de inducción que hace que siempre se te vuele el papelito con los numeritos. De hecho, corre el rumor de que si no llevas las suficientes chuminadas hay un señor sueco de la empresa, que haciéndose el sueco te quita el papel... Es un clásico: ¿cuántos de vosotros no habéis perdido el fatídico papelito en ese momento sublime de entrar en la zona de las cajas? Nuestros guerreros, cayeron víctimas del señor sueco roba-papeles, pero uno de ellos regreso a la zona de carritos y lo recuperó... Algo que pocas veces sucede.

Bien, llega el momento de encontrar las cosas en la zona de caza y captura. Este lugar consiste en una serie de pasillos con estanterías en cincuenta alturas con muebles metidos en embalajes de cartón que los hacen del todo irreconocibles... Por supuesto, no siguen ningún orden lógico aparente y aunque todos los muebles de una serie estén en el pasillo 15 el cajón del mueble puede estar en el 35. Este es el peor lugar del mundo para que te pille un terremoto sin lugar a dudas. mientras miras boquiabierto a cincuenta plantas llenas de muebles de madera de ochenta kilos cada uno.

Bien, los números están en la hoja, pero: ¡oh, campos de soledad! ¡Oh, mustios collados! no viene el pasillo ni la balda en la que se encuentran. Es el momento de un nuevo ataque informático, menos mal que se habían visto Matrix antes de ir... Pero, siempre hay uno que no se encuentra en el terminal de autoservicio y entonces viene el momento de la captura del empleado.

(Música de El hombre y la tierra)...

El empleado de Ikea, mirada pérdida, dedos sobre el teclado... navega por la red interna de la empresa, ajeno a la mirada aviesa de la pareja de novios de Alcorcón, la familia Telerín, el abuelo despistado y toda la cohorte de depredadores y pretendientes que le observan, ojo avizor, entre la maleza dispuestos a avalanzarse sobre él en cuanto se aleje un paso de la pantalla.

En fin, tras hacer la danza del cortejo de la culebrilla feliz para atraer la atención del empleado, despistar a los de Alcorcón con unas sillas de jardín y dar muerte al abuelo despistado, nuestros avezados guerreros consiguen atrapar al empleado... Y logran sacarle la información que quieren tras un rápido interrogatorio digno de la Gestapo.

Por fin comienza la fase de carga y descarga...

Pero eso será en el próximo capítulo: ríete tú de Herodoto y las Guerras Médicas...

No hay comentarios:

Publicar un comentario