lunes, 10 de agosto de 2009

Un fin de semana de aikido




La verdad es que es un poco una locura. Durante el fin de semana, cuando se supone que vas a descansar, te decides a ir a una especie de mezcla entre campamento de verano y campamento militar. Te levantas a la misma hora o más temprano que para ir a trabajar y te pasas varias horas realizando un ejercicio físico y mental extenuante. Te colocas en situaciones en las que podrías llegar a hacerte daño... Y, sin embargo, disfrutas como una enana. Y, sin embargo, merece la pena. La práctica intensiva de cualquier disciplina hace que te concentres y aprendas más... Superada la vagancia inicial, te centras en lo que estás haciendo y con la ayuda de tus compañeros y maestros llegas a hacer cosas que pensabas que no ibas a poder hacer...

Por supuesto, también está la parte de campamento de verano, la comida, la cervecita, las bromas... Las grandes y pequeñas discusiones sobre aikido y otras cosas. Conocer gente nueva que comparte tu pasión por un tema. Vamos, puede que acabes llegando al trabajo pensando: "Por fin voy a descansar", pero desde luego has hecho algo enriquecedor. Seguramente mi aikido no haya mejorado muchísimo, pero yo sí he mejorado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario